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lunes, 5 de noviembre de 2012

KARMA Y ENFERMEDADES

             En nuestras vidas,repetimos o somos victimas de sucesos reiterados asociados a la familia o antepasados,se han preguntado por que?.Hay conductas nocivas o eventualidades que se repiten de generación en generación incluyendo enfermedades.Que es el Karma?,porque somos victimas de el? de que manera podemos mejorar o cortar el Karma?,como sanarnos ? Como dejar conductas que nos afectan a nosotros y a nuestro entorno familiar?
                                                                    DEFINICIÓN DE KARMA
     De acuerdo con varias religiones dhármicas, el karma (en sánscrito: कर्म) sería una energía trascendente (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas. De acuerdo con las leyes del karma, cada una de las sucesivas reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas anteriores. Es una creencia central en las doctrinas del budismo, el hinduismo, el yainismo,el ayyavazhi y el espiritismo. Aunque estas religiones expresan diferencias en el significado mismo de la palabra karma, tienen una base común de interpretación. Generalmente el karma se interpreta como una «ley» cósmica de retribución, o de causa y efecto. Se refiere al concepto de "acción" o "acto" entendido como aquello que causa el comienzo del ciclo de causa y efecto. El karma está en contraposición con las doctrinas abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islamismo). El karma explica los dramas humanos como la reacción a las acciones buenas o malas realizadas en el pasado más o menos inmediato. Según el hinduismo, la reacción correspondiente es generada por el dios Iama, en cambio en el budismo y el yainismo ―donde no existe ningún dios controlador― esa reacción es generada como una ley de la Naturaleza (como la gravedad, que no tiene ningún dios asociado). En las creencias indias, los efectos del karma de todos los hechos son vistos como experiencias activamente cambiantes en el pasado, presente y futuro.
Según esta doctrina, las personas tienen la libertad para elegir entre hacer el bien y el mal, pero tienen que asumir las consecuencias derivadas.
Usualmente se asocia el karma con la reencarnación, ya que una sola vida humana no alcanzaría para experimentar todos los efectos de las acciones realizadas («cobrar» todo el bien que se ha hecho o «pagar» todo el mal que se ha realizado en vida).
En religiones teístas (como el hinduismo o el cristianismo) existe el concepto de alma. Bajo el punto de vista del karma, la reencarnación sería la nueva encarnación del alma en un nuevo cuerpo físico, en tiempo futuro, en el útero de una nueva madre.
En el hinduismo, el concepto de alma individual, o yivá-atmán, es una chispa del Espíritu Divino (atman) que todos tenemos, a diferencia del budismo, en que el objeto de la reencarnación corresponde a un registro de la mente.
Se entiende que existe un estado de pureza y sabiduría original, latente pero dormido, en la vida de todos los seres humanos. En el concepto oriental el ser humano olvida su naturaleza superior y se identifica erróneamente con el cuerpo en cada nuevo nacimiento.
La reencarnación ―o transmigración de las almas― es el paso hacia la siguiente existencia física. El karma determina las condiciones bajo las cuales el individuo vuelve a la vida. Sin embargo, el estado de pureza y sabiduría latente sigue intacto y desarrollándose lenta y progresivamente vida tras vida,en una especie de evolución espiritual del alma/cuerpo astral a través de numerosos cuerpos físicos y personajes, un largo viaje desde nuestra naturaleza inferior o animal hasta nuestra naturaleza superior o divina.Debemos admitir que es fácil concretar en una sola palabra la ley hermética de causa y efecto, y además en la otra cara de la moneda, también es una demostración tangible que en cuestiones espirituales no hay fronteras y que todos los caminos llevan a un destino universal, por más recovecos y desvíos que le queramos encontrar; procedemos de la Luz y a Ella retornamos, y al igual que en el “alumbramiento físico” somos portadores de un ADN que es nuestra raíz física y tangible, nuestro espíritu una vez efectuado su tiempo vital, regresa a la casa de Padre, no importa que le llamemos Nirvana, Allah, Budeidad, Dios, Tezcatlipoca, o Oduduwa. Ese es nuestro ADN espiritual creado a través de una cadena de interminables reencarnaciones.Etimológicamente la palabra karma en sánscrito significa “acción” y este acto ya sea físico, mental o emocional incluye efecto kármico.
Budha lo definía “como el acto mental de la voluntad que genera el deseo y es seguido de la acción ya sea con cuerpo, palabra (o emoción) o el pensamiento”. Así pues según esta definición y contrariamente a lo que algunos occidentales creen, el karma abarca no solo al acto volitivo sino a toda acción ya sea ejecutada con la mente, la palabra o las obras, cosa por otra parte muy lógica, ya que seria absurdo aplicar la ley solamente cuando ponemos deseo en lograr algo aun a sabiendas que eso signifique contravenir las normas divinas.En realidad, viviendo. Cada uno de nuestros actos del presente momento es una consecuencia del pasado y una causa de futuro, y así esto pasa día atrás día y vida tras vida hasta que se pierde en el principio de los tiempos. Pero, ¡que no cunda el pánico¡ porque lo analizaremos de una manera mas gráfica para comprenderlo y veremos que tiene una lógica aplastante, y además, es escuela de crecimiento, pero antes, deberemos comenzar borrando de nuestro chip mental el programa-idea de Bueno y Malo.
Veamos. Cada acto que realizamos en nuestra vida tiene una consecuencia, no hay uno que se escape por mas ínfimo que sea. Buda decía:”aquello que no este sujeto a causas y condiciones no existe” en el sentido de que todo esta interrelacionado en el Universo y en nosotros mismos.
La consecuencia de la acción se mantiene hasta que los efectos quedan cumplidos, igual que cuando tiramos una piedra al estanque las ondas del impacto se extienden por todo el lago hasta el agotamiento de la onda. Lo duro de la situación es que los efectos del karma pueden extenderse más allá de una sola vida con lo que no es posible definir la secuencia de causas en este presente y desconocemos que acciones de vidas anteriores originaron las consecuencias que vivimos ahora.La mente no para nunca de proyectar permanentemente, es como un mono en perpetua gesticulación. De esos pensamientos, deseos y hechos se genera una cadena de manifestaciones que conforman nuestra vida física.Ese continuo pensamiento-acción es la trayectoria de esta vida. Vamos a relacionar en términos simbólicos la parábola del administrador y los talentos recibidos de su señor con respecto a un negocio cualquiera. Al llegar a la vida, nuestro Superior, ha puesto a nuestra disposición, una “franquicia con un una capital energético de 5000 talentos (por ejemplo) ”, con lo cual deberé mediante mi gestión fructificarlo y sacarle un buen beneficio.
Ahora podremos comprender que una enfermedad de origen kármico procede de una mala gestión en administración de otras vidas, y un mal hereditario procede de un karma grupal en el que quedan afectados varios miembros de un clan. Si retomamos de nuevo el evangelio como referencia, leeremos que en un pasaje los fariseos acudieron a Jesús a presentarle un niño ciego y le preguntaron: “¿ Quien cometió el pecado, el niño o de sus antepasados?”. Esa puede ser una explicación de que en el ADN físico no solo se encuentra la información biológica de un ser, sino que influyen además en el otras causas que vinculan a determinados miembros de un grupo.
¿Alguna vez hemos oído hablar de una familia en la que sistemáticamente cada periodo de tiempo aparece una persona con unas actuaciones idénticas? Por ejemplo ahogarse, o por ejemplo suicidio, o por ejemplo accidentes de coche y de repente uno de los miembros herederos del karma, toma conciencia del hecho y voluntariamente interrumpe la cadena; se niega actuar de la misma forma que aquel antecesor, al saberse portador de ese karma y a partir de ahí el vinculo determinante de ese acontecimiento kármico se termina en ese grupo familiar. Sin embargo esa no es una gestión puramente física de la cadena del ADN. Las actuaciones, los vicios y las virtudes, también crean pauta en los descendientes acumulándose en la cadena kármica incluida en los genes de nuestro ADN.
La ley kármica es el resultado de acciones que pueden ser cambiadas por la acción de la libertad humana.
Así pues, no desesperemos, creo sinceramente que si un karma se puede purificar y así cambiar el rumbo de la vida de un ser humano, igualmente un ADN que muta hacia el deterioro puede ser mutado hacia el equilibrio. Todo depende del acto kármico y el esfuerzo realizado. Incluso, a veces venimos a la vida con la misión de generar en nosotros mismos esa enfermedad para agotar con nuestro esfuerzo la onda expansiva kármica de la familia afectada. No seriamos el primer caso ¿no?.
Quise decir con esto que en las familias estamos unidos por vínculos no solamente físicos sino también mediante actuaciones o comportamientos espirituales. Al fin de cuentas la familia es la fundadora del espíritu de clan de los primitivos habitantes de la tierra. Esto es aplicable, a todas las situaciones de la vida, incluida a la pareja.
Por otro lado no podemos olvidar, que no es igual curar que sanar.
Podemos sanar las causas de la enfermedad siempre, de hecho esa es la función de la propia enfermedad. Cuando comprendemos los errores admitidos en nosotros como pauta de conducta y rectificamos nuestros hábitos, estamos sanando, al tiempo que disolvemos karma. Pero muchas veces la enfermedad es el camino elegido por nuestro Ser para evolucionar, y eso no siempre implica curar el mal físico.
Una enfermedad kármica puede significar también una misión aceptada como camino de evolución y de enseñanza para la propia medicina y para otros enfermos y eso no significa que No estemos sanando emociones ni que no estemos disolviendo karma, sino que por el contrario en muchos casos es la misma enfermedad la que nos lleva a niveles de realización muy altos y a ser baluarte para otros compañeros de camino con menos visión trascendental.
El aceptar la ayuda de otros, el estar “disminuidos” o estéticamente deformes, suelen ser motivos de transformación y aceptación de karma duro y es, en la mayoría de los casos una prueba de humildad que a los humanos nos cuesta aceptar, pero que una vez que hemos conseguido entrar en esa rueda descubriremos un mundo de posibilidades y de realizaciones muy superiores a las que hubiéramos logrado en caso de no vivir este problema. Y esto si lo puedo decir por experiencia propia.
Así pues, el truco del karma consiste no estar libres de dificultades sino en tener la actitud mental, espiritual y personal adecuada para entender lo que está ocurriendo y sacar el mejor partido de esa situación. Esa es la forma de purificar karma, ese es el camino del crecimiento que acumula bienes para nuestro “negocio espiritual.
No importa que veamos a personas a las que todo les va bien y sin embargo no son dignas de ser tomadas como ejemplo y otras pobres que parece que el destino se haya ensañado con ellas. Da igual, porque eso no es mas que parte del aprendizaje en ambos casos, y los dos extremos cambiaran de posición, cosa que tampoco es importante, porquen realidad todo es un continuo mental que se sucede ininterrumpidamente hasta llegar a la Iluminación, que es en si lo realmente importante y nuestro objetivo final.
Una vez que comprendemos esto, no merece la pena entran en juicios con los demás ya que cada cual está dando lo que puede según su entendimiento y su escala en la evolución y debiéramos ser mas compasivos y menos intransigentes, porque también hay otros que van por delante de nosotros y son pacientes con nuestros errores, y asi sucesivamente en una cadena evolutiva. Nadie es mas que nadie, porque nadie es alguien, sino parte de la Unidad.
Ahora podréis decir: “Si, si esta muy bien eso pero de que me sirve a mi saberlo si no recuerdo nada de una a otra vida?”...
Aun vivimos bajo un sistema dual, eso significa que en nuestro plano funcionamos en la división. Lo diferenciamos todo y por eso decimos: Yo tengo un cuerpo, Yo tengo un alma, Yo tengo …tener no significa ser. Ese es nuestro Yo temporal.Ese YO está formado por vibraciones, y todo lo que hacemos en nuestro diario vivir es sumergirnos en ese universo de vibracional. Nada se crea ni se destruye todo de transforma. Los vegetales se transforman en alimento mediante el fuego de la cocción. El alimento se convierte en energía que fortalece el cuerpo físico y a su vez esta se transforma en electricidad que mantiene la vida energética. En ese estado de vibraciones se encuentra nuestro cuerpo físico portador de un espíritu. Nos manifestamos en la vida mediante nuestra personalidad que caracteriza nuestra forma de vivir de pensar, de actuar. El director de orquesta de esa personalidad es el EGO, motor mental. Es el que requiere de experiencias para aprender. Pero por otro lado no tiene memoria de pasado, es nuestra mente consciente.
Sin embargo cuando hablamos YO SOY estamos refiriéndonos a algo mas superior e intangible. Ese Ser también llamado alma, es infinito e indestructible es el portador del aliento divino y el que la morir nuestro cuerpo físico se incorpora al estado vibracional que le corresponde según nivel evolutivo. Es ese ser el que requiere de realizaciones para continuar avanzado hacia el estado lumínico y el que asimismo necesita un cuerpo físico para poder manifestarse. El Ser es el quien acumula sabiduría de las diferentes experiencias de vida y es este mismo Ser quien marca las directrices al ego para vivir las experiencias personales que le conducirán a la conexión con la divinidad y por tanto al Reino de los Cielos.
Existe una leyenda griega en la que los dioses del Olimpo una vez creado el mundo vieron a los hombres muy felices, y sintieron envidia de verlos disfrutar. Después comprobaron que esa felicidad les hacia fuertes y poderosos y temieron por ellos mismos pensado que un dia los humanos querrían ser dioses también y como eran muchos podrían ser destronados del Olimpo. Asi pues se reunieron en divino conciliábulo y decidieron que partirían a cada ser en dos mitades y los diseminarían por la Tierra de forma que, deberían pasar el resto de sus vidas buscando a su complemento para recuperar la felicidad perdida. Pero solo aquellos que lograran mantener el equilibrio interno individualmente, lograrían recuperar su pareja. Desde entonces hombres y mujeres vivimos buscando a nuestra alma gemela. Es uno de nuestros trabajos mas dolorosos.
Esta historia es un simbolismo muy claro de la necesidad que tenemos de completarnos con un compañero. La teoría general que circula por el mundo es que esa pareja aporta la felicidad, pero no es exactamente así. El alma gemela es el complemento, lo cual no significa felicidad sino la posibilidad de una vez realizados los “acoples internos” podemos encajar juntos un camino evolutivo de forma que los dos avancemos y ninguno entorpezca el camino del otro. Lo más probable es que haya un amor infinito entre ellos y un enorme respeto a la libertad del otro, pero a veces no es eso lo que buscamos de la pareja. El acople también puede requerir asimismo rupturas, desencuentros y renovación de acuerdos, pero si es cierto que ambos compartiremos un objetivo común y siempre estaremos dispuesto a encontrar la formula para continuar avanzado juntos. A veces en un determinado momento del camino puede que debamos separarnos porque asi lo requiere la ley del karma, o porque nuestros destinos se bifurcan, pero el amor y su recuerdo nos acompañará el resto de nuestra vida como si estuviera nuestro lado. El alma gemela nos ayuda a crecer, es un apoyo, pero el crecimiento a veces es doloroso y no siempre estamos deseoso de alcanzar unas cotas superiores.
Hay personas que creen reconocer a su alma gemela en tal o cual persona, pero no es así. Esas personas son como dijimos antes cuerpos físicos solamente y lo que reconocemos en esa vibración es el Ser, y la energía que desprende es la que nos conecta con el espíritu con el cual estuvimos conectados en alguna existencia previa. Por consiguiente la idea de si fuimos zapateros o los reyes de Kyoto, es mas bien una proyección de nuestra mente para dar forma tangible a una vibración. Lo esencial de eso es el amor incondicional que quedo impregnado entre nuestros espíritus y por el cual nos reconocemos ahora.
Se purifica el karma en la medida que vamos comprendiendo y aceptando nuestro error. En la medida que prestamos nuestra ayuda generosa a otros. En la medida que dedicamos todos nuestros actos en beneficio de todos los seres sintientes. En la medida que no usamos la violencia en cualquiera de sus formas, y si usamos el perdón y la compasión por la ignorancia de otros menos afortunados que nosotros. En la medida de nuestra generosidad y en la medida de nuestra renuncia.
Al comienzo de este texto nos referíamos a acumular saldo en nuestro banco cósmico. Y mas de alguno se habrá preguntado: " ¿Para que?, si total vamos a seguir reencarnandonos vida tras vida ¡¡"….
Creo sinceramente que el almacenaje de meritos acumulados es lo que diferencia una vida de otra.
Con buen saldo habremos superado enfermedades limitantes, encontraremos compañeros de vida adecuados a nuestra vibración y podremos tener una existencia mas consecuente con nuestros ideales y sobre todo mayor libertad para elegir caminos que nos ayuden a con cumplir nuestro destino. Eso no quiere decir que sin saldo no cumplamos el destino o se vaya a torcer como piensan muchos. Venimos exactamente para cumplir con ese trabajo, y no hay ni la más mínima posibilidad de desvío de eso, la diferencia está en recibir los apoyos necesarios en los momentos adecuados, o vivirlo a golpe de escoba…nada más.

  Las enfermedades, hoy en día, vienen provocadas por las condiciones y circunstancias que los seres humanos mismos crean: no sólo nuestras acciones, sino también nuestros sentimientos y pensamientos. La naturaleza de todas las enfermedades que han aparecido sobre la tierra está directamente relacionada con la evolución del ser humano. Las enfermedades eran, son y seguirán siendo la expresión sensoria del estado anímico y espiritual de cada persona. Pero desde el comienzo de la época del alma consciente, están convirtiéndose cada vez más en una expresión del estado anímico-espiritual de toda la raza humana. Después de que el Misterio del Gólgota se hubiera cumplido y el alma consciente despertó, la humanidad ha necesitado cada vez más desarrollar un concepto de enfermedad y salud que es diferente del pre-Cristiano, y que tiene una cualidad fraternal y holística. Basado en el impulso unificador del sacrificio de amor de Cristo, la humanidad necesita verse como un organismo social que puede caer enfermo igual que el individuo que está dentro de ella.
Tenemos que contemplar como un trágico destino pero al mismo tiempo como una evidencia e ilustración del contexto descrito aquí el que la Gripe Españolareferida anteriormente se abalanzó sobre la humanidad como un azote durante la Primera Guerra Mundial, en un tiempo por tanto en que gigantescas pérdidas de vidas humanas estaban ya siendo infringidas  En este tiempo, los avances científicos no han traído sólo nuevos desarrollos en la tecnología y por ende en el dominio de la guerra. Ametralladoras y gas nervioso son sólo dos de las innumerables invenciones de la edad moderna –desde la caída de los espíritus de la oscuridad en 1879- que los seres humanos utilizan de una manera bestial para robar a sus hermanos la salud y la vida. Todo esto seguido desde la deshonesta política de la época, de las ideas ilusorias sobre naciones y razas, ley e historia. La bestia que la humanidad creó en esta época en su pensamiento y emociones finalmente tomó una forma correspondiente a tales pensamientos y emociones como incontables millones de virus.
A través de su investigación esotérica, Rudolf Steiner estableció una relación entre el poder oscuro que hoy ya mira hacia la ‘época negra’ de Orifiel y el bacilo que ‘devora y echa a perder los cuerpos físicos humanos’. Él afirma que las precondiciones para el brote de ‘nefastas enfermedades y plagas’ son creadas mediante ‘la lucha fratricida y la guerra de destrucción mutua’, en otras palabras la enfermedad del organismo social. Estableciendo esta conexión entre la actuación de los poderes oscuros entre las naciones y también los individuos, y el brote de enfermedades infecciosas que ‘atacan a los pobres cuerpos humanos’ y les dejan ‘consumirse’, aporta un conocimiento estremecedor del actual estado del mundo. Tales plagas, contra las que apenas alguna medicina ha demostrado ser efectiva, están ya afligiéndonos, mucho antes del advenimiento de la era de Orifiel alrededor del 2400 d.C.
En la misma lección esotérica dada el 5 de diciembre de 1907 –es decir, mucho antes de que la Primera Guerra Mundial hubiera comenzado- Rudolf Steiner estableció una relación entre la formación de los ‘bacilos’ y el dios Mammon. Mammon es el anti-espíritu prevaleciente de nuestra época que se opone al espíritu del Tiempo Micael. Mientras que Micael, el espíritu bueno del Tiempo, Ayudante Servidor de Cristo, ha sido enormemente abandonado por la humanidad mientras él trata de conducirnos hacia una forma social saludable siguiendo las líneas del organismo social triformado, los seres humanos a su vez rinden homenaje a Mammon. Si los seres humanos escucharan a Micael ellos ‘aceptarían activamente... la sabia dirección de Micael, y también permitirían que la actuación de los espíritus de la personalidad se desarrollara en ellos, conduciendo a una visión panorámica de la historia y a la habilidad de percibir correctamente y relacionar hechos kármicos de la vida y de las circunstancias reales.
En relación con las enfermedades la afirmación de Rudolf Steiner sobre la conexión entre el surgimiento de los bacilos y la aparición del dios Mammon está demostrando ser exacta. Nadie hoy, al menos, dudará del vínculo entre Mammon y la posición comercial de las compañías químicas y farmacéuticas en la sociedad occidental, que se beneficia financieramente de los crecientes brotes de epidemias. La forma de pensamiento de la humanidad se ha vuelto tan corrupta que ya no puede siquiera darse cuenta de cuán absurdo es que la producción de medicinas esté sujeta a intereses financieros, por ejemplo que el tratamiento de millones de personas con SIDA sea, con toda seriedad, dependiente de las actividades orientadas a los beneficios de especuladores del mercado de valores.
La llegada de nuevas enfermedades que aún no han sido completamente explicadas y para las que aún no se ha encontrado remedio, se halla también relacionada con la aparición de ese tercer poder oscuro que está en oposición completa al Cristianismo y por ello en oposición al impulso Cristiano de curación. Con el fin del siglo XX –por tercera vez desde el Misterio del Gólgota- está reuniendo sus fuerzas contra el Despertar espiritual de la humanidad.
Si examinamos cuidadosamente el llamado Desorden de Déficit de Atención, encontraremos que tratar incluso a niños con tratamientos a largo plazo de tranquilizantes sirve para tapar y amortiguar sutiles signos de la percepción de los mundos espirituales, que la mayoría de los padres consideran extraño o ‘anormal’, en vez de canalizar y cultivar estos signos de una forma que mejore el bienestar del niño. Las aproximaciones pedagógicas modernas son un problema fundamental. Si un niño expresa algo que experimenta dentro de sí como verdadero, pero entonces no encuentra respuesta de sus padres o profesores, o incluso se encuentra con la desaprobación, estallará un gran conflicto entre las generaciones. Tal conflicto, sin embargo, es aún la expresión de un proceso saludable; pero si se imprime en un niño en la etapa más temprana que lo que experimenta y dice es erróneo y mórbido, la situación cada vez estará más fuera de control. En relación con la educación, por tanto, apenas es realmente un asunto de preguntarnos cómo deberíamos disciplinar a nuestros hijos o cómo deberíamos tratar a un número cada vez mayor de niños ‘enfermos’, sino de preguntar en vez de ello lo que el educador puede aportar al niño, y si está atento a los cambios que suceden en el ser humano individual y la humanidad global. Aquellos que ignoran el contexto global no pueden entender el daño que se le hará a la humanidad en el futuro al administrar sedantes químicos e implantar así algo en muchas almas de una generación completa. Esto se halla en total contradicción con lo que había comenzado a germinar en estas almas, que debería haberse cuidado y cultivado como una valiosa posesión espiritual. Administrar tales sedantes pretende en último término suprimir nuestra consciencia del plan de Ahriman y Soradt, que es poner el mundo patas arriba aunque al mismo tiempo darnos la ilusoria sensación de que las cosas van como debieran, y así utilizarnos para su servicio.
Hasta 1917, Rudolf Steiner señaló una tendencia correspondiente en la evolución humana:
Y llegará el tiempo... en que la gente dirá que para los seres humanos pensar sobre el espíritu y el alma es en sí mismo enfermizo, y las únicas personas que están sanas son aquellas que hablan del cuerpo y nada más. La gente lo contemplará como un síntoma de enfermedad si alguien se desarrolla de tal forma que surge la idea de que hay una cosa tal como el espíritu o el alma. Tales personas serán consideradas enfermas. Y –podéis estar bastante seguros de esto- se encontrará una medicina correspondiente para contrarrestar esto.
En aquel tiempo (El Concilio de Constantinopla), el espíritu fue abolido. Asimismo el alma será abolida por la medicina. Basada en un ‘aspecto saludable’ la gente encontrará una vacuna que manipulará el organismo, donde sea posible en la temprana infancia, incluso en el nacimiento, de tal forma que este cuerpo humano no pueda llegar a la idea de que existe un alma y un espíritu. Así de marcadamente opuestas se volverán las dos visiones del mundo.
El comercio global de pastillas para dormir y otros sedantes está floreciendo ahora como nunca antes. La humanidad no puede dormir pacíficamente porque, en su Yo superior, no puede –a pesar de todo- reconciliar las realidades espirituales activas con su a menudo visión del mundo diametralmente opuesta y su correspondiente modo de vida. Estamos siendo inundados desde el exterior por sustancias que alejan de nuestro alcance la capacidad de hacernos conscientes de procesos espirituales. El hecho de que el dios Mammon tiene en su firme puño a las compañías farmacéuticas responsables de la producción de estas sustancias es uno de los amargos hechos de la vida que a duras penas nadie cuestiona ahora.
       Una enfermedad larga dolorosa siempre crea situaciones de crisis no sólo en alguien que la padece sino en los miembros del grupo familiar, ya que la familia está unida no solamente por vínculos físicos , sino también mediante comportamientos espirituales y la mayor parte de las veces la transformación que produce la enfermedad es fuente de crecimiento para todo el grupo. Así pues, el truco del karma no consiste estar libres de dificultades, sino en tener la actitud mental, espiritual y personal adecuada para entender lo que está ocurriendo y sacar el mejor partido de esa situación. Esa es la forma de purificar karma, ese es el camino del crecimiento que acumula bienes para nuestro “negocio espiritual.No importa que veamos a personas a las que todo les va bien y sin embargo no son dignas de ser tomadas como ejemplo y otras con las que parece que el destino se haya ensañado con ellas. Da igual, porque eso no es más que parte del aprendizaje en ambos casos, y los dos extremos cambiarán de posición, cosa que sucede ininterrumpidamente hasta llegar a la Iluminación, que es en sí lo realmente importante y nuestro objetivo final.




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