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domingo, 12 de diciembre de 2010

PSICOMETRIA

    La Psicometría es la capacidad de percibir información sobre un objeto, persona o lugar tocando una estancia o dicho objeto. Es una herramienta muy útil para investigar sucesos del pasado o para seguir el rastro de seres sobrenaturales. Los objetos o lugares que tienen una resonancia especial (por ejemplo la casa de la infancia de un Vampiro) darán detalles más emocionales e intensos.


NIVELES:
1) El Cazador percibe impresiones vagas y de aspecto onírico de actividades recientes que tuvieran una fuerte implicación emocional por parte del sujeto que se investiga.
2) Además de lo descrito en el nivel anterior, se obtiene una imagen de calidad fotográfica del suceso, persona...
3) Con este nivel, el Cazador sabe cómo se desarrolló el suceso que investiga y cuántas personas estaban involucradas en él. Además, puede conocer detalles más concretos del propietario de un objeto o del último que lo tocó o tuvo en su poder.
4) El Psicométrico puede ver claramente el suceso como si estuviera allí, así como hacerse una idea de las acciones de una persona las últimas 24 horas (persona que estuviera en el lugar que investiga o que tuviera contacto con el objeto que estudia el Cazador)
5) Los maestros de la Psicometría no sólo ve el suceso, sino que tiene una idea de las motivaciones que lo provocaron o que subyacen a él. Recibe también información precisa del paradero actual de la persona o ser sobrenatural que busque.

  Se trata sencillamente, y por más extraño que nos parezca, de percibir a través de la piel, ya sea de las manos o de los pies, imágenes o sensaciones, este poder del tacto, es considerado por los parapsicólogos como una capacidad psíquica, que solo está al alcance de los médiums o videntes.


Si bien sabemos que hay numerosas personas que tienen desarrollados ciertos sentidos más que otros, en psicometría el sentido que debe prevalecer es el del tacto. Sin realizar un gran esfuerzo o sin concentrarse demasiado, los psicómetras, rompen las barreras del tiempo y del espacio y logran contactarse con ciertas personas, objetos o plantas y reciben información de ellas. Es una energía sutil y residual que el psíquico recibe de las emanaciones vibracionales de los objetos o personas con las entra en contacto y que luego las transforma en sensaciones o imágenes. Los expertos consideran que los objetos, un reloj, una joya, que usamos cotidianamente están impregnados de un residuo psíquico.

Esta energía puede estar impregnada también, en una piedra cuando la tocamos o cuando, simplemente, pasamos cerca de ella, de tal manera que interactuamos con su energía. Esto demuestra que muchos psicómetras con solo apoyar su mano en el muro de una iglesia, han obtenido numerosas imágenes.

El psíquico percibe de todo, con solo contactarse con la ropa o con objetos de personas desconocidas, han podido determinar el carácter de éstas, escenas claras de su historia y en especial episodios traumáticos, dolorosos o gratificantes. Es así que han podido percibir discusiones, peleas, entierros, momentos de placer, de triunfos y hasta de orgasmos. También el psicómetra obtiene imágenes y conocimientos de los sucesos ocurridos en el entorno en el que se encuentra, es así que pisando el lugar donde existía un templo, enterrado a varios metros bajo tierra, puede detectar, como por arte de magia, las energías que de allí emanan. Como también puede detectar batallas ocurridas, hace tiempo atrás, en un campo abierto.

A diferencia de los videntes que viajan en el tiempo, los psicómetras convierten en imágenes las energías universales que reúnen los objetos con los que se pone en contacto. Consideran que todo es fuente de energía que emana y que impregna todo lo que esta alrededor.
El poder en los labios: Se conoce la historia de una dama de la corte de Francia que se hacia llamar Anne Bremond, que tenía la capacidad psicométrica en los labios. Se presentaba en penumbra y totalmente tapada, quedando sus labios solamente al descubierto. Tras besar en los labios a una persona que no conocía y que en ese momento tampoco veía, percibía, luego de permanecer un minuto en silencio, detalles del carácter de esa persona, así como también aspectos de su pasado. Lo que nunca hacia, es hablar del futuro. Un detalle relevante es que cuando se le acercaban objetos, manos o mejillas para que besara, su poder no funcionaba.

El poder en los pies: Otro canal de recepción para los psíquicos son los pies. Las energías vitales aparecen en los pies como hormigueo o con la sensación de tener algo dentro del calzado. Muchos de estos psicométras, caminando o parándose descalzos en determinados lugares, han descrito, con lujo de detalles, sucesos que han ocurrido en ese lugar, como también ruinas enterradas bajo tierra.
La psicometría al servicio de las investigaciones: Estas capacidades han servido, en numerosas oportunidades, para la búsqueda de personas desaparecidas, y de las cuales ni la policía encuentra las pistas suficientes. Estas percepciones, las pueden hacer efectivas con solo fotos o prendas de la persona desaparecida, sin que sea necesario viajar al lugar del hecho. Estos psíquicos, además de haber encontrado personas que habían sido asesinadas, llegaron hasta describir las características del asesino, llegando así al esclarecimiento de algunos crímenes.
Pasos para realizar la experiencia; Sin la pretensión de convertirnos en psicómetras, realizando determinados ejercicios y utilizando el hueso de un animal, podemos intentar percibir sensaciones que emanan de éste y así descubrir ciertas características que envuelven su pasado. Para iniciar esta experiencia es necesario que encontremos un lugar que nos resulte grato, que nos permita la relajación y que por sobre todo nos ofrezca intimidad. Debemos poner música, instrumental preferentemente, que sea sugerente y armónica, para poder concentrarnos mejor en el ejercicio. A continuación debemos sentarnos o acostarnos, cerrando los ojos y tomando el hueso entre las manos, nos concentramos en el deseo de recibir todas las sensaciones que nos pueda transmitir ese hueso. Permitamos que nuestra mente vague en total libertad, mientras respiramos lenta y profundamente un par de veces. Mientras nuestras manos permanecen en contacto con el hueso, nos concentramos al máximo en las sensaciones que recibimos de él. Respirando profundamente nos dejamos llevar. Permitamos que nuestra mente vague por lo menos durante cinco minutos. Después damos por finalizado el ejercicio y nos proponemos recordar las sensaciones que hemos experimentado. No se deben esperar grandes resultados de la primera experiencia. Podemos recibir alguna sensación, pero puede ocurrir que no suceda nada. Existen personas que reciben imágenes muy claras del entorno, otra en cambio, pueden recibir imágenes difusas. También se han llegado a percibir olores e incluso malestares físicos, sea como sea, no debemos desanimarnos para volver a repetir esta experiencia.
 

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