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miércoles, 19 de agosto de 2009

MAGNETOTERAPIA TESTIMONIOS



ÉXITOS TERAPÉUTICOS
Floridor Gutiérrez [53] es mecánico industrial y trabaja en la empresa Madeco. Por trece años sufrió las duras consecuencias del esófago de Barrett. Esta enfermedad conlleva dolores gástricos intensos y reflujos permanentes. Pasó años durmiendo en "muy malas condiciones", debido a la expulsión que su cuerpo hacía, en la noche, del líquido gástrico: "En esa época gastaba entre 60 mil y 80 mil pesos mensuales en remedios y exámenes", dice. Cuenta que desde la primera vez que asistió al centro Ohani para real¡zarse biomagnetismo, comenzó a experimentar una "evidente" mejoría y que bastaron tres sesiones para que desaparecieran las molestias. "Al principio pensé que el malestar volvería, pero no fue así. Desaparecieron las molestias y ahora puedo comer de todo y dormir muy bien", enfatiza.Hace cuatro años el centro Ohani trajo a Chile a Isaac Goiz para dar su primer curso. Desde entonces, la técnica ha tenido una inclusión paulatina en el país. El terapeuta Humberto León cuenta,por ejemplo, que se está implementando en la Unidad del Trabajador del Hospital Barros Luco. También, y junto a otras terapias como la acupuntura y la medicina china, se ha puesto en práctica en algunos pacientes del Hospital Militar. Estas sesiones están a cargo del terapeuta acupunturista Arturo Zamorano.Algunos terapeutas complementan la terapia magnética con otros tratamientos, como el naturismo, la reftexología, las esencias florales o la osteopatía bioenergética.La cura o mejoría de infecciones y enfermedades con el biomagnetismo, -dicen sus seguidores-, depende del tiempo de evolución que tenga la enfermedad y de las ganas que tenga el paciente de sanarse, porque, como aclara la terapeuta Isabel Villasante "muchas de las personas que tienen padecimientos se resisten sicológicamente a la mejoría. de alguna manera, la enfermedad les ayuda a victimizarse".

Al centro de Isabel Villasante acude permanentemente María Teresa Undurraga, empresaria y dueña del Emporio La Rosa. Esta técnica la conoció porque su padre, recientemente fallecido, tenía un problema a los riñones de muchos años y, con el tratamiento, dice, "mejoró ostensiblemente su calidad de vida". Ahora, María Teresa asiste regularmente junto a su familia. "Nunca más, en los tres años que vamos a los imanes, ni mis hijos ni yo hemos tomado antibióticos, porque nunca más tuvimos una infección grave, asegura. Detalla, además, que le ha servido para prevenir los resfríos, gripes y la tos persistente de sus hijos más chicos. "Es una relación distinta con la salud, porque yo no voy a partir de una enfermedad; voy porque me permite mantenerme sana". En general, señalan los expertos de biomagnetismo, es posible aliviar amigdalitis, otitis, tendinitis, desequilibrios de la tiroides; dolores de cabeza, colon irritable y acidez, entre otras dolencias frecuentes. Algunos terapeutas aseguran que también es posible contener y revertir el avance del cáncer e, incluso, del sida. En lo que todos están de acuerdo es que, en caso de enfermedades graves, el biomagnetismo permite, al menos, mejorar la calidad de vida del paciente. La única contraindicación rige para quienes usan marcapasos. "Pero se puede realizar sin problemas en embarazadas, ancianos y niños", afirma la terapeuta Flor Zúñiga.

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