Tal vez se remonte, como otras cartas de juego a los tiempos del antiguo Egipto, desde el momento que los estudiosos han reconocido los arcanos mayores en los jeroglíficos. Por el contrario, otros estudiosos han hablado acerca de notables semejanzas de las cartas con los primeros juegos e ídolos orientales.
Por otra parte, no se puede excluir la edad media como la cuna del tarot. No sabemos ni siquiera si los arcanos mayores, con sus animaciones o dibujos simbólicos y los arcanos menores, muchos personajes ambientados en aquella época y sus bien conocidos cuatro palos, fueron creados independientemente y reunidos todos más tarde en un solo mazo, seguramente fue una mente genial, o por el contrario, nacieron directamente como mazo o baraja de setenta y ocho cartas.
Sobre el origen de las cartas normales del juego y del tarot en particular, las primeras barajas, semejantes a las del tarot, fueron populares en la antigua Roma durante el siglo V siguiéndolas en su evolución hasta la definitiva baraja del tarot del siglo XVIII.
Los que creen en las cartas del Tarot las usan para interpretar el pasado, comprender el presente y tener revelaciones sobre el futuro, psicoanálisis, sugestión además de que no se puede negar la transmisión de energía y respeto que infunde su colocación en la mesa
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